NUESTROS NÚMEROS

DE ZONAS VERDES
1 m2
DE ÁREA PRODUCTIVA
1 m2
FÁBRICAS 4.0
1
ESTACIONES DE PRODUCCIÓN AUTOMÁTICAS
1
INSTALACIÓN GALVÁNICA ECOLÓGICA DE CROMO TRIVALENTE
1
DE ENERGÍA AUTOGENERADA CADA AÑO
1 MW
KG DE LATÓN PROCESADO CADA AÑO
1
PRODUCTOS SUMINISTRADOS CADA AÑO
1
EMPLEADOS
1
DE VOLUMEN DE NEGOCIOS
1
DE CRECIMIENTO MEDIO EN LOS ÚLTIMOS AÑOS
+ 1 %
AÑOS DE ACTIVIDAD
1
PAÍSES A LOS QUE SUMINISTRAMOS PRODUCTOS
1
CLIENTES ACTIVOS
1
FUERZA VENTA EN EL MUNDO
1
PRODUCCIÓN MADE IN ITALY
1 %

NUESTRA MISIÓN

Ayer, hoy y mañana

“Cuando fundé la empresa en los años sesenta, ya tenía experiencia en el sector porque hacía tiempo que trabajaba de artesano. Había inventado tipos de máquinas específicos para la elaboración de tubos flexibles. Empecé por los accesorios y luego, junto a mi familia, entré en el sector de los mezcladores.

Nuestra empresa es familiar.
Esto constituye un valor importante, que hay que mantener.

Ahora la empresa es conducida por mis hijos y mi familia. El grifo ha sido el punto de llegada que nos ha permitido transmitir nuestra imagen, la marca, el estilo. Si bien fuimos uno de los últimos en dedicarnos a esta producción, en quince años crecimos y nos especializamos hasta tal punto que hoy figuramos entre los principales fabricantes de grifos en Italia.”

Carlo Frattini, Presidente di FIMA Carlo Frattini spa

NUESTRA HISTORIA

La historia de FIMA (Fábrica Italiana de Mezcladores y Accesorios) corre paralela a la de la decoración del baño y del diseño interior y se basa en tres valores concretos que resumen la filosofía proyectiva: #Green #Quality #Design. La empresa – fundada en 1960 por Carlo Frattini – tiene un carácter dinámico, internacional y absolutamente contemporáneo que encuentra expresión en soluciones únicas e innovadoras en términos de diseño, calidad y función con una particular atención por el medio ambiente y la eco-sostenibilidad.

La fábrica FIMA2 fue proyectada en 2016 para una gestión más eficiente de las diferentes fases de elaboración, con máquinas de última generación y con sistemas para minimizar el consumo. Por otro lado todo el proceso productivo se alimenta por energía solar, generada gracias a la instalación fotovoltaica con la que contamos y que alimenta también la instalación galvánica con “residuo cero”, que trabaja con Cromo Trivalente que, al contrario del cromo hexavalente (hasta hoy utilizado en los un 90% de los casos), carece de elementos carcinógenos, no genera residuos y reduce considerablemente los porcentajes de descartes.